Kirill, el sindicalista
En junio de 2020 Kirill Ukráintsev se convirtió en el presidente del sindicato Kurier. Kirill logró reunir a los repartidores descontentos en un sindicato que a día de hoy sigue luchando por los derechos de los trabajadores. El primer logro del sindicato fue conseguir el pago íntegro de los salarios adeudados bajo amenaza de huelga.
Participando en las actividades del sindicato Kurier, los trabajadores del sector del reparto han aprendido a defender organizadamente sus intereses y a oponerse al empresario en el ámbito jurídico. Una y otra vez las compañías de Mail.ru, propietaria de Delivery Club, han tenido que renunciar a sus planes de ahorro a costa de los repartidores. En octubre de 2021 Sberbank y VK invirtieron el equivalente a unos 100,3 millones de euros cada uno en una empresa conjunta: 020 Holding. Esta posee actualmente el 98% de las participaciones en Delivery Club. Un hito importante en la lucha por los derechos de los trabajadores fueron la huelga y las negociaciones con la dirección de Mail.ru que le siguieron en noviembre de 2020. El equipo directivo de Mail.ru, representado por Vladímir Gabrielián, al ver el carácter masivo de la huelga, accedió a satisfacer las demandas del sindicato Kurier.
La victoria se vio ensombrecida por la paliza propinada al copresidente del sindicato Kurier Saíd Shamjálov. Saíd recibió una paliza en el furgón policial y se le abrió una investigación por el art. 20.2.5 del Código de Infracciones Administrativas.
A finales de abril de 2022 los repartidores de Moscú decidieron volver a la huelga. Kirill Ukráintsev fue considerado el impulsor de la misma. El mayor temor de Delivery Club es una protesta organizada de los repartidores contra la reducción salarial y ese fue el motivo por el que se desencadenó la persecución del sindicalista.